En estos meses hemos ido aprendiendo los
colores tal y como les hemos mostrado. No obstante, un día nos surgió una duda:
¿de qué color es el agua? Unos dijimos que es blanca y otros que es azul. Como no había
acuerdo, hemos puesto un bote con agua en la alfombra y preguntamos de qué
color es.
Lo curioso fue que el agua cambiaba de color en función del color del
suelo donde estaba colocada: azul, naranja, amarilla, verde, rosa… Descubrimos
que se puede ver todo lo que haya a través de ella. Por eso descartamos que
fuera azul o blanca, pero ¿de qué color será? No sabíamos responder.
Entonces, nuestra maestra, para ayudarnos un poco nos planteó la siguiente pregunta: ¿hay algún otro elemento de la clase que sea del mismo color? Buscamos y buscamos. Finalmente, un compañero dijo que la ventana era igual. Lo comprobamos, pusimos objetos detrás del cristal y se veían perfectamente. Con ayuda (tenemos solo 3 añitos), llegamos a la conclusión de que el agua no tiene color. Lo averiguamos nombrando todos los colores que conocemos y la maestra los anotó. Luego preguntamos si el agua era de alguno de esos colores y dijimos que no; entonces el agua, ¿tiene color? Nos quedamos dudando y, finalmente dijimos que no.
Entonces, nuestra maestra, para ayudarnos un poco nos planteó la siguiente pregunta: ¿hay algún otro elemento de la clase que sea del mismo color? Buscamos y buscamos. Finalmente, un compañero dijo que la ventana era igual. Lo comprobamos, pusimos objetos detrás del cristal y se veían perfectamente. Con ayuda (tenemos solo 3 añitos), llegamos a la conclusión de que el agua no tiene color. Lo averiguamos nombrando todos los colores que conocemos y la maestra los anotó. Luego preguntamos si el agua era de alguno de esos colores y dijimos que no; entonces el agua, ¿tiene color? Nos quedamos dudando y, finalmente dijimos que no.
Para verlo más claro (pues somos pequeñitos y prendemos experimentando), a los pocos días, jugamos con estas tres láminas que trajo la profe a clase: una transparente, otra
translúcida y otra opaca.
Fue muy divertido ver a través de la ventanita y también ver las
caras de los que miraban.
Una vez que las tres láminas pasaron por cada uno de
nosotros, tocaba pensar: ¿cuál es igual que el agua? Al principio algunos dijeron que la translúcida
y otros que la transparente, así que hubo que recordar que era igual que el
cristal y que se veía todo muy bien a través de ella. Finalmente y de forma
unánime, dijimos que era igual que la lámina transparente. Por tanto, el agua
es transparente.
Quizás sea mucho más sencillo decir a los peques que el agua es transparente y no
dedicarle tanto tiempo para descubrirlo. No obstante, en esta actividad tan compleja, los niños
han pensado mucho, han intentado razonar, buscar elementos iguales para llegar
a una conclusión por sí mismos... y tienen 3 añitos. Ellos plantean hipótesis,
todas válidas siempre. La maestra simplemente es la que los guía a que construyan sus
propios conocimientos, a que valoren si se han equivocado para que aprendan de
sus errores sin miedo a equivocarse.
Pero sobre todo se intenta que piensen. Muchas
veces en casa y en el cole les damos las
cosas hechas, es más fácil. Pero, si se lo damos todo hecho, ¿cómo pretendemos
que resuelvan un problema, que reflexionen sobre algo o que actúen de forma
apropiada, si no les damos la oportunidad de que piensen y que se
equivoquen? La metodología en mi aula se
ha basado siempre en el aprendizaje por descubrimiento mediante la
experimentación, la reflexión, el análisis… en definitiva, intentamos que
aprendan a aprender y eso es posible si trabajamos desde un perspectiva constructivista del aprendizaje (aunque yo prefiero llamarla socio-constructivista, ya que es imprescindible en mi metodología de aula el ámbito social para que se lleve a cabo esa construcción de sus esquemas mentales).
Es fascinante ver la motivación que tienen los peques cuando están
intentando descubrir algo y sería triste no aprovechar esa sed de aprender. Cuando uno construye su propio
conocimiento es más difícil que se olvide. Quizás hoy ya no recuerden la palabra “transparente”,
pero no era ese el fin de la actividad.
Espero que les haya gustado.