Hemos jugado con las sombras. Aprovechando que estamos estudiando el Sol, salimos al patio que ha hecho solito. Uno de los niños se ha colocado en un lugar despejado y hemos dibujado sus huellas con tizas y la silueta de la sombra. A primera hora la sombra era alargada. Buscamos el Sol y lo señalamos.
Antes del recreo, volvimos a salir a observar la sombra. Colocamos al mismo niño sobre las huellas, su sombra había cambiado, era más pequeña y estaba más centrada. ¿Magia?
A última hora volvimos al patio y repetimos el proceso. El Sol se había movido bastante y la sombra era pequeñita. ¿Qué habrá pasado?, ¿se habrá movido el Sol?, ¿o quizás somos nosotros?... ¡Habrá que investigar!
Antes del recreo, volvimos a salir a observar la sombra. Colocamos al mismo niño sobre las huellas, su sombra había cambiado, era más pequeña y estaba más centrada. ¿Magia?
A última hora volvimos al patio y repetimos el proceso. El Sol se había movido bastante y la sombra era pequeñita. ¿Qué habrá pasado?, ¿se habrá movido el Sol?, ¿o quizás somos nosotros?... ¡Habrá que investigar!