El viernes hicimos magia en el cole. Susana le había escrito un correo electrónico al Hada Azul pidiéndole que, el jueves por la noche, llenara los bolsillos de los niños de polvos mágicos invisibles. Y así lo hizo, el viernes todos nosotros teníamos en nuestros bolsillos polvos mágicos.
La maestra nos sacó un bote de cristal con agua para que nosotros hiciéramos magia.
Lo tapamos con un pañuelo mágico y dijimos las palabras mágicas mientras movíamos la varita: ABRACADABRA PATA DE CABRA. Pero, al levantar el pañuelo, todo seguía igual.
Por último reforzamos lo aprendido en una ficha. ¡Qué bien lo pasamos!
La maestra nos sacó un bote de cristal con agua para que nosotros hiciéramos magia.
Lo tapamos con un pañuelo mágico y dijimos las palabras mágicas mientras movíamos la varita: ABRACADABRA PATA DE CABRA. Pero, al levantar el pañuelo, todo seguía igual.
¡Claro! nos habíamos olvidado de los polvos mágicos. Volvimops a repetirlo, soltamos los polvos mágicos de los bolsillos hasta que no quedara nada y... ABRACADABRA PATA DE CABRA... Al decir estas palabras, el pañuelo con el bote dentro se empezó a mover, los niños y Susana lo tocaban y vieron cómo se movía sin parar: arriba, abajo, a los lados, delante, detrás... La pobre Susana no podía sostenerlo mientras nosotros mirábamos divertidos... hasta que se paró. Entonces lo pusimos sobre la alfombra, en el centro para verlo todos bien. Lentamente Susana levantó un poquito el pañuelo y puso cara de asombro. Nosotros nos moríamos de los nervios por saber qué había ocurrido. Y cuando la maestra levantó el pañuelo... ¡TACHÁN! ¡Magia! el agua se había trasnformado de color.
Esto fue lo que encontramos. Nuestras caritas de asombro lo decían todo, nos mirábamos unos a otros hasta que reaccionamos y arrancamos a aplaudir muy felices.
¡El color rosa! Al principio había un niño triste porque creía que el rosa era un color de niñas y que no le gustaba, pero los compañeros le hicimos ver que no existen colores "de niñas" ni "de niños", los colores no son de nadie, están en las cosas que nos rodean. Vimos que algunos niños tienen botes rosados, o algún adorno de este color en su ropa o mochila.
A continuación, cada uno buscó objetos (juguetes, mochilas, plastilina, tizas, cuentos...) de color rosa.
Por último reforzamos lo aprendido en una ficha. ¡Qué bien lo pasamos!