Siempre decimos que en clase se fomenta la toma de decisiones, la iniciativa, la expresión libre de opiniones e hipótesis, la aceptación a las preferencias de los demás, la tolerancia a la frustración, la aceptación a la decisión de la mayoría... Por ello queremos ponerles un ejemplo muy sencillo en el que se trabaja todo esto, lo hacemos casi a diario, en este caso elegimos un cuento, pero a veces decidimos qué hacer en el ratito libre que nos ha quedado al final del día, qué queremos estudiar, qué cuadro pintamos de todos los de un autor, qué producciones colgamos en la pared...
La familia de uno de nuestros compañeros ha donado dos cuentos a la biblioteca del cole, pero quisimos leerlos antes de llevarlos. Como eran un poco largos, la maestra nos propuso elegir uno de los dos para contarlo en la hora de lectura de ese día.
Esto fue lo que hicimos: una actividad cotidiana muy sencilla que si se repite con frecuencia, no solo aprendemos a ser más tolerantes sino a expresar nuestras opiniones y ver que son igual de válidas que las de los demás.
Primero cada uno expresa su voto, lo anotamos en la pizarra a modo de puntitos (aunque no le sacamos foto) y luego contamos juntos y sumamos poniendo el resultado en la pizarra tal y como se ve en la imagen.
La familia de uno de nuestros compañeros ha donado dos cuentos a la biblioteca del cole, pero quisimos leerlos antes de llevarlos. Como eran un poco largos, la maestra nos propuso elegir uno de los dos para contarlo en la hora de lectura de ese día.
Esto fue lo que hicimos: una actividad cotidiana muy sencilla que si se repite con frecuencia, no solo aprendemos a ser más tolerantes sino a expresar nuestras opiniones y ver que son igual de válidas que las de los demás.
Primero cada uno expresa su voto, lo anotamos en la pizarra a modo de puntitos (aunque no le sacamos foto) y luego contamos juntos y sumamos poniendo el resultado en la pizarra tal y como se ve en la imagen.