Hemos traído tantas
cositas de casa que no nos caben en la clase. Además, queremos poder ver los
trabajitos de los compañeros de 4 años B, ¿qué podremos hacer?, ¿dónde se
suelen poner las cosas valiosas de la Prehistoria?
¡Se nos ocurrió que
podríamos hacer un museo en el cole!
Pero Susana no nos
lo va a hacer, lo vamos a hacer nosotros. Sería más fácil que lo hicieran las
maestras y listo, pero… cuando vean el proceso vivido, verán por qué no fue
así.
Hemos ido de paseo
por el cole a buscar un lugar donde podamos hacerlo: tienen que ser un lugar de paso pero donde no se nos
estropeen nuestros trabajos. Nos sentamos en la entrada del colegio y nos
pareció que debajo de la escalera sería un buen lugar.
Ya tenemos el lugar, ahora ¿qué tenemos que hacer?
Solicitar permiso
Susana nos preguntó
a quién tendríamos que pedirle permiso para montar el museo. Una niña ha dicho
que a la directora. ¡Genial!
En grupo nos pusimos
a redactar nuestra carta: nosotros hablábamos y la maestra lo iba escribiendo,
para que no se le olvide luego.
Posteriormente y de
forma individual con la maestra, hemos escrito la carta que previamente
habíamos redactado. Cada uno escribió unas palabras, así que fue escrita por
todos. No fue copiada, sino escrita atendiendo a los sonidos que nos indicaba
Susana. Ya nos dice la palabra completa y nosotros tenemos que pensar qué letra
va. ¡Hemos progresado un montón! A los que ya escribimos sin ayuda, no nos hizo
falta ese apoyo fonético. Luego, todos firmamos con rotuladores de colores la
carta.
Nos quedó muy bien, otro día la pondremos por aquí.
El siguiente paso es ir a entregársela, así que, al día siguiente,
volvimos a salir de nuestra clase para ir a llevarle la carta a la directora.
Se ha sentado con nosotros y la ha leído. Eso ha sido importantísimo para
nosotros, pues la gente comprende lo que escribimos, comprenden nuestro código
escrito, por tanto, la escritura sirve para expresarnos. En este paso es
importante la significatividad de la escritura.
Una vez leída la carta, nos ha concedido el permiso para hacer el museo
bajo la escalera, así que ahora toca trabajar.
Hemos ido al futuro museo con la caja de regletas y el metro para medir
el espacio que destinaremos al museo. Lo hemos medido entre todos y anotamos la cantidad de regletas de cada color habíamos puesto.
Posteriormente en clase hemos comparado las medidas con las regletas anotadas. Las volvimos a poner en hilera y a sumar su valor con la calculadora. El resultado coincidía con el del metro, así que ¡genial! 2,8 metros de pared.
Con ayuda de Bea y Susana, hemos ido a colocar nuestros trabajitos en el museo, al igual que los niños y niñas de 4 años B. Ha sido importante se nosotros los que hayamos colocado los trabajos en el museo, así participamos de forma activa y lo sentimos verdaderamente como algo nuestro. ¡Gracias por ayudarnos, Bea!
Sólo hay un pequeño problema: los demás no saben qué trabajo hizo cada uno. ¿Cómo lo podemos arreglar? Hemos buscado en Internet algunos museos y hemos visto que tienen un cartel debajo, así que nosotros también lo hicimos. Elaboramos unos carteles identificativos con el nombre del trabajo y el de su autor.
Sólo hay un pequeño problema: los demás no saben qué trabajo hizo cada uno. ¿Cómo lo podemos arreglar? Hemos buscado en Internet algunos museos y hemos visto que tienen un cartel debajo, así que nosotros también lo hicimos. Elaboramos unos carteles identificativos con el nombre del trabajo y el de su autor.