¡Hola a todos!
A petición de los peques, hemos querido compartir con ustedes una anécdota que nos sucedió hace unos días.
Un niño de nuestra clase encontró en uno de los patios un "bicho" bastante extraño y grande. Pronto nos entusiasmamos y pedimos a las maestras si lo podíamos ver. La maestra de 4 años B fue a buscarlo y lo pusimos en una cajita. Uno a uno lo fuimos examinando en clase: vimos su barriga peluda, sus patas extrañas y, sobre todo, lo que más nos llamaba la atención: tenía una especie de cuernito sobre la cabeza.
Un niño de clase dijo que parecía un rinoceronte... y no iba tan desencaminado. Uno a uno lo fuimos viendo con la lupa. No era necesaria dadas las dimensiones del animalito, pero era interesante ver sus "pelitos"
A petición de los peques, hemos querido compartir con ustedes una anécdota que nos sucedió hace unos días.
Un niño de nuestra clase encontró en uno de los patios un "bicho" bastante extraño y grande. Pronto nos entusiasmamos y pedimos a las maestras si lo podíamos ver. La maestra de 4 años B fue a buscarlo y lo pusimos en una cajita. Uno a uno lo fuimos examinando en clase: vimos su barriga peluda, sus patas extrañas y, sobre todo, lo que más nos llamaba la atención: tenía una especie de cuernito sobre la cabeza.
Un niño de clase dijo que parecía un rinoceronte... y no iba tan desencaminado. Uno a uno lo fuimos viendo con la lupa. No era necesaria dadas las dimensiones del animalito, pero era interesante ver sus "pelitos"
Así que decidimos investigar a ver de qué se trataba. Dijimos que era un insecto porque tiene 6 patas, así que buscamos en Internet "insecto con cuerno".
Finalmente elegimos el que más se parecía y Susana leyó que era un escarabajo rinoceronte. Lo tendremos unos pocos días en clase como mascota para observarlo y pronto lo devolveremos a la vida en libertad.
En un grupo de Educación Infantil suceden muchas cosas curiosas que se "nos salen" de nuestra programación. Ante esto, tenemos dos opciones: dejarlas de lado y continuar con lo planificado para ese día porque si no "se nos descoloca todo" o podemos aprovechar esas situaciones y, como dice Blanca Aguilar, "dejar que pasen cosas". Yo suelo optar por la segunda opción como en este caso: los niños estaban muy motivados con el escarabajo y quizás aprendieron más ese ratito observando e investigando que haciendo una ficha de trazos o, por lo menos, fue más motivador ese hecho.
Huelga decir que no fue una pérdida de tiempo, pues trabajamos muchas cosas en poco tiempo:
- Aprovechamos para investigar los animales
- Observamos, clasificamos y diferenciamos a los animales con cuernos que aparecían en Internet.
- Prestamos atención atendiendo a similitudes y dferencias.
- Escribimos en el ordenador: por lo que trabajamos la escritura y las TICs.
- Nos hicimos responsables de la mascota, observando su evolución en clase.
- Fomentamos el cuidado y respeto hacia los animales.
- Aprendimos un poco más sobre la vida de este insecto.
- Compartimos nuestro entusiasmo con el alumnado de 4 años B que también realizó la misma investigación (fue una mascota compartida).