Los nuevos peques poco a poco se van adaptando al cole. Como he visto que a muchos niños les cuesta coger bien el lápiz, hoy hemos jugado a meter bolitas en una botella.
Es muy importante coger los pompones con dos deditos: índice y pulgar, así aprendemos a hacer la pinza y nos habituamos al movimiento de la mano. Al meter los pompones por la boca de la botella desarrollamos la coordinación óculo-manual, ya que necesitamos precisión en el movimiento. Esto nos ayuda a tener un trazo mejor y una mejor coordinación de nuestros movimientos.
Este juego lo podemos hacer en casa con garbanzos, judías o lentejas. Es muy interesante que lo hagamos para desarrollar la psicomotricidad fina. Si queremos podemos primero pintar con los niños los garbanzos de diferentes colores para que sea más llamativo el juego. Hoy les ha encantado. Todos querían jugar y lo pasaron muy bien.
Los más preparados utilizaron pinzas de la ropa para coger y soltar las bolitas de colores. En este caso, las trabitas que he comprado tienen una flor donde hay que colocar los dedos y es más sencillo decirles "pon los deditos en la flor". También es importante utilizar los dedos adecuados. Con las pinzas no solo trabajamos lo anterior, sino que, además, fortalecemos la musculatura d la mano y desarrollamos la precisión un poquito más, ya que requiere una mayor coordinación.
Debemos decir que también trabajamos el abrir y cerrar las botellas que no todos saben hacerlo.
Este material tiene variantes como clasificar por colores, tamaños y tonalidades o contar las bolitas. Hoy hemos hecho una primera aproximación al material nuevo y, aunque requiere la presencia de la maestra para asegurarse de que utilicen los dedos de forma correcta, es una actividad necesaria y muy completa.
Pronto volveremos a jugar con este material. ¡Hasta la próxima!