Como saben estamos dando la vuelta al mundo. Todo comenzó una mañana cuando encontramos esto en clase.
¡Una maleta! Las dudas nos asaltaban: ¿qué tendrá dentro?, ¿quién la trajo? Uno de nosotros se dio cuenta que había una nota muy pequeña que decía: "abrir por el encargado". Dentro había una carta.
¿Julio Verne? No sabíamos quién será ese señor, pero nos entusiasmamos mucho con la idea de recorrer el mundo.
Al día siguiente, la maleta se había movido. Estaba encima de la cocinita. Tenía una sorpresa: un mapa para pintar. ¿qué será? Empezamos a crear hipótesis y concluimos que son las islas Canarias. Buscamos en Internet un mapa de las islas para compararlo, pero no coincidía. Como no sabíamos de qué era el mapa, dejamos una nota en la pizarra que escribió la encargada: "Hola Julio, queremos saber qué nos has dejado". Lo que pasó fue realmente sorprendente, al día siguiente la maleta estaba en otro sitio y contenía un extraño libro. Era un atlas, una pista que nos da Julio Verne para que armemos el puzle.
Tras un larguísimo debate, nos dimos cuenta que se trataba de un mapa del mundo; tan sólo lo teníamos que armar. Cada equipo se encargó de pintar con témperas un continente.
Luego teníamos que fijarnos bien para ver donde iba cada continente o pieza del puzle. Menos mal que la profe de 4 años nos prestó su globo terráqueo.
Pronto descubriremos nuestro primer destino. Ya estamos haciendo las maletas...
¡Una maleta! Las dudas nos asaltaban: ¿qué tendrá dentro?, ¿quién la trajo? Uno de nosotros se dio cuenta que había una nota muy pequeña que decía: "abrir por el encargado". Dentro había una carta.
¿Julio Verne? No sabíamos quién será ese señor, pero nos entusiasmamos mucho con la idea de recorrer el mundo.
Al día siguiente, la maleta se había movido. Estaba encima de la cocinita. Tenía una sorpresa: un mapa para pintar. ¿qué será? Empezamos a crear hipótesis y concluimos que son las islas Canarias. Buscamos en Internet un mapa de las islas para compararlo, pero no coincidía. Como no sabíamos de qué era el mapa, dejamos una nota en la pizarra que escribió la encargada: "Hola Julio, queremos saber qué nos has dejado". Lo que pasó fue realmente sorprendente, al día siguiente la maleta estaba en otro sitio y contenía un extraño libro. Era un atlas, una pista que nos da Julio Verne para que armemos el puzle.
Tras un larguísimo debate, nos dimos cuenta que se trataba de un mapa del mundo; tan sólo lo teníamos que armar. Cada equipo se encargó de pintar con témperas un continente.
Luego teníamos que fijarnos bien para ver donde iba cada continente o pieza del puzle. Menos mal que la profe de 4 años nos prestó su globo terráqueo.
Pronto descubriremos nuestro primer destino. Ya estamos haciendo las maletas...