Como nos encanta el cuento del monstruo de colores, hemos inaugurado nuestro rincón de las emociones, que en clase viene bastante bien.
En la gestión de emociones podemos seguir estos pasos:
1. Respirar: ante un enfado, una rabieta, frustración... nos debemos parar y respirar. Respirar es importante para tranquilizarnos primero y para ver las cosas desde otro ángulo, más tranquilos y menos subjetivos.
2. Pensar en lo sucedido, analizarlo desde todos los puntos de vista. Aquí es donde debemos hacer también un ejercicio de empatía, ponernos en el lugar del otro aunque haya actuado mal para intentar ver el problema desde su punto de vista y desde el tuyo propio también.
3. Analizar cómo nos sentimos. Identificar la emoción que nos hace sentir este hecho.
4. Buscar una solución o una alternativa. Pensar en soluciones.
Para seguir estos pasos hay que trabajar mucho primero la vuelta a la calma, la empatía y la búsqueda de soluciones. Es un proceso muy lento y nosotros las trabajamos a través de cuentos, situaciones reales que nos suceden y situaciones imaginarias.
El rincón se divide básicamente en dos partes: una de gestión de emociones y la otra de identificación de la propia emoción.
En la gestión de emociones podemos seguir estos pasos:
1. Respirar: ante un enfado, una rabieta, frustración... nos debemos parar y respirar. Respirar es importante para tranquilizarnos primero y para ver las cosas desde otro ángulo, más tranquilos y menos subjetivos.
2. Pensar en lo sucedido, analizarlo desde todos los puntos de vista. Aquí es donde debemos hacer también un ejercicio de empatía, ponernos en el lugar del otro aunque haya actuado mal para intentar ver el problema desde su punto de vista y desde el tuyo propio también.
3. Analizar cómo nos sentimos. Identificar la emoción que nos hace sentir este hecho.
4. Buscar una solución o una alternativa. Pensar en soluciones.
Para seguir estos pasos hay que trabajar mucho primero la vuelta a la calma, la empatía y la búsqueda de soluciones. Es un proceso muy lento y nosotros las trabajamos a través de cuentos, situaciones reales que nos suceden y situaciones imaginarias.
En lo referente a la identificación de la propia emoción, tenemos seis monstruos Qué representan: el miedo, la calma, la alegría, la tristeza, la rabia y la ansiedad/nerviosismo. Cada monstruo tiene al lado su frasco en el que ponemos nuestro nombre según cómo nos sintamos.