Después de haber dialogado sobre la importancia de la fruta y la verdura en nuestra alimentación, hemos visto un breve vídeo sobre el tema.
Susana nos ha llevado fruta al cole y la ha partido por la mitad: vimos una manzana y un limón. Observamos bien que lo partió en dos partes iguales, así trabajamos la simetría uniendo y separando la manzana. Luego lo hicimos con nuestro cuerpo: pegamos un trocito de lana en la frente y nos miramos en el espejo. Aprovechamos para decir "¿cuántos ojos tenemos a un lado del cuerpo?", "¿y en el otro lado?" Así con varias partes. No ponemos fotos porque salen las caritas de los peques, pero fue un ejercicio interesante.
Con esa fruta partida y un poco de pintura, hicimos unas obras muy curiosas.
Cada uno creó su propia composición distribuyendo los colores (que aprovechamos para recordar) y los tamaños en el espacio a su gusto. Así, los peques desarrollan su lógica espacial, porque hay que buscar un hueco en el que quepa la fruta. La verdad que las actividades de estampar suelen gustar mucho a los peques. Esta actividad en concreto, a parte de ser una actividad diferente y divertida, trabaja varios aspectos del curriculum y ellos estaban encantados mostrando sus obras de arte. Hubo quien la quiso exponer y quien prefirió guardarla. Fue a libre elección. Poco a poco irán exponiéndolas sin miedo, pero, de momento, respetamos su decisión de guardarlas.
¿Qué nos aporta esta actividad?
Por un lado, dialogamos sobre la alimentación sana y la fruta como alimentos indispensables en una dieta saludable.
Además, aprovechamos para observar las partes de la fruta. Llamó mucho la atención a los niños saber que dentro de la manzana había semillas. Muchas veces los papás y mamás preparamos la fruta a los peques y no nos damos cuenta de enseñarle estas cosas, de hacerles observar el proceso.
Trabajamos la simetría y la lateralidad: a un lado, al otro lado, fomentando la observación y atención.
Además, experimentamos con los colores y las formas de la fruta. Atendimos a los tamaños y los distribuimos en el espacio de forma lógica. Para nosotros parece algo sencillo, pero a los niños les puede resultar complicado ya que ellos en actividades tan atractivas suelen ser más impulsivos, sin embargo esta requiere un análisis previo "¿cabrá la manzana en ese hueco?", "¿dónde la puedo poner?"
Además es una actividad sensorial, intervienen el tacto, la vista y el olfato. EL gusto no porque no damos comida en el cole, pero hacerla en casa y luego merendar una macedonia sería genial.
Lo mejor de esta propuesta es que hemos disfrutado mucho haciéndola y que hemos desarrollado nuestra capacidad creativa sin esperar a que nos den un modelo, nos digan cómo hacerlo o dónde colocar cada cosa exactamente. Eso en nuestra clase es fundamental.
NOTA: hemos puesto los "babys", pero más de uno ha acabado manchado inexplicablemente. Eso es señal de que lo hemos pasado muy bien😉 Menos mal que es pintura lavable.