En este mes hemos trabajado nuestro cuerpo:
sus partes, sus cuidados, la higiene, alimentación saludable,… Hemos visto cómo
es por fuera y luego hemos investigado de forma muy sencilla cómo es
nuestro cuerpo “por dentro”.
Comenzamos preguntándonos "¿qué tenemos por dentro?" Tras mucho pensar, llegamos a la conclusión que tenemos sangre, porque cuando nos caemos nos sale sangre de dentro. Y, ¿por qué tenemos sangre? Como Susana nunca nos da las respuestas sino que nos hace pensar o buscar la solución nosotros mismos, vimos varios libros que nos explicaban que la sangre alimenta a todo nuestro cuerpo por unos conductos (que vimos nosotros mismos en la zona interna de nuestras muñecas) y que la impulsa nuestro corazón.
A continuación, escuchamos los latidos de nuestros corazones con el estetoscopio. Nos pusimos a saltar y se escuchaba más fuerte y rápido, fue divertido.
El corazón es muy importante y ya lo sabemos ubicar en nuestro cuerpo, pero queríamos saber más: cómo es, de qué tamaño... Así que tocamos una "réplica" del corazón. Concluimos en que era bastante blandito.
Como ves, hemos oído, visto y tocado el corazón. Hemos interiorizado el aprendizaje desde un enfoque sensorial y vivenciado. Mucho más enriquecedor para nosotros.
Tocamos de nuevo en nuestro pecho en el lugar donde se ubica el corazón: ¡está duro! ¿Por qué?, ¿qué hay por fuera? Pronto lo sabremos. Hemos dejado el conflicto cognitivo para el día siguiente, así aumentan nuestras ganas de aprender más.