Susana nos ha traído una extraña planta. Dicen que su fruto se llama uchuva o "uvilla", pero es tan bello y delicado que la maestra cuando los vio esa planta tan original que nació de forma silvestre en su huerto, pensó que sería una oportunidad de aprendizaje muy buena.
Abrimos el fruto, Susana lo cortó por la mitad, vimos sus semillas diminutas, es como un tomate pequeñito. La maestra lo probó. ¡Se come!
Y, por último, lo incorporamos al juego, esa textura había que aprovecharla. Sorprendentemente, los peques fueron muy cuidadosos con las uchuvas y cada día piden que lleve más.
Y así fue. Primero vimos y tocamos la rama con los frutos. Solo verla ya es una belleza.
Luego, observamos y tocamos la capa protectora de la uvilla.Y, por último, lo incorporamos al juego, esa textura había que aprovecharla. Sorprendentemente, los peques fueron muy cuidadosos con las uchuvas y cada día piden que lleve más.