Aprovechando el frío, hemos hecho un huevo de dinosaurio de hielo. Sí, sí, de hielo.
Aprovechando el mini dinosaurio que trajo una amiguita nuestra, lo hemos metido en un globo y le añadimos agua.
Lo tocamos y al congelador. Al día siguiente lo sacamos y lo volvimos a tocar dentro del globo. ¡Estaba duro y muy frío!Rompimos el globo y... ¡así nos quedó nuestro huevo!
Lo volvimos a observar y tocar en la bandeja y lo volvimos a guardar en el congelador
Ahora ¡a derretirlo! Para sacar a nuestro dinosaurio del huevo helado utilizamos sal y cucharas.
El hielo se iba convirtiendo en agua. ¿Será magia?
Y al final... ¡Lo hemos conseguido!